La pólvora y los mazapanes están unidos en la historia, ya que en el s. XVIII llegaron a prohibirse los petardos. Como protesta, los confiteros de Valencia empezaron a crear dulces en forma de petardos llamados “pilulets i tronadors”. Frutas y hortalizas de la huerta valenciana fue lo que regalaron los moros a la esposa de Jaume I y, evocando a este hecho, los confiteros crearon dulces de mazapán con estas formas, que empezaron a regalarse envueltos en un pañuelo de cuatro puntas a la amada: “La Mocaorà”. Por este motivo, el día de San Dionís es el día de los Enamorados valencianos.
En la época del Rey Jaume I, a principios del s. XIV que nos parece tan lejano… ¿cómo se relajaba la Corte Valenciana? ¿tenían los famosos “baños termales”, los SPA que tanto nos gustan ahora? La respuesta es un SÍ Con mayúsculas: parece ser que tenemos un “Palacio” árabe o mudéjar (Hammam) precioso y el único de toda España que estuvo abierto al público durante seis largos siglos y podemos visitarlo desde el 2005: “Los baños del Almirante”, en pleno centro histórico de Valencia.